La historia de Gustavo Moncayo conmueve.
Ha recorrido su país Colombia con el ánimo de buscar una esperanza en el gobierno de Uribe que pueda permitir la liberación de su hijo secuestrado por las FARC.
Este hecho, es un claro ejemplo de amor paternal. Para quienes litigamos contra el sistema judicial de género en los Juzgados de Familia es un ejemplo que motiva seguir bajo esta línea.
Recuperar a nuestros hijos es un alto mérito que bien vale el sacrificio.Suerte Moncayo.
CAMINATE. El profesor recorrió más de 900 kilómetros a pie en un gesto de protesta ante su impotencia de hacer algo para liberar a su hijo Pablo Emilio, en cautiverio por casi una década, y llegó en la víspera a Bogotá.
MEDIO PAÍS La caminata de 46 días ,que condujo a Moncayo desde su remoto poblado en los Andes suroccidentales, logró un apoyo multitudinario en Bogotá.